jueves, 9 de marzo de 2017

El Parque Guell 2


La finca


LA CIUDAD JARDIN Y ANTONIO GAUDI


La idea de crear un tejido urbano - limitado a unos pocos miles de Habitantes - con

casas unifamiliares, aisladas, rodeadas de jardines, con un centro comercial común y zonas de juegos y espacios en medio de los jardines o parques era, a final del siglo pasado, nuevo - novísimo en el mundo occidental.  Nacido y desarrollado en Inglaterra la iniciativa de ciudad - jardín pretendía encontrar en el mundo de lo habitable, la armonía, siempre anhelada, entre la ciudad y el campo.  Eusebio Güell durante sus viajes, no solamente pudo conocer los más modernos habitáculos ingleses sino valorar las más avanzadas ideas en urbanismo.  Hombre de espíritu inquieto innovador, los importa a Barcelona.  Pero, todo eso las inmejorables características de las fincas adquiridas, su extensión - reducida a 15 hectáreas - obliga a restringir el Modelo ingles a una ciudad jardín no residencial.

 

 Así nació el Parque Güell.  En 1900 se inician las obras bajo la dirección de Antonio Gaudí.  El autor del proyecto no solamente era un gran amigo de Güell su mecenas, sino el arquitecto que había demostrado dotes excepcionales en encargos anteriores: desde la primera obra del conde - los pabellones de entrada a la finca Güell de pedralbes, hoy mundialmente reconocidas y admiradas, en particular por la famosa puerta del dragón - En el palacio Güell, ahora construida, residencia urbana de la noble familia en la calle Nou de la Rambla, Era, por lo tanto,
Hombre capaz de interpretar y adaptar el concepto de ciudad - jardín en nuestra casa imprimiéndole carácter y originalidad.

  EL PROYECTO
Según el proyecto las parcelas a vender sobre unas 60, entre 1.200 y 1.400 m2 cada una y de forma triangular, se distribuían exclusivamente en áreas soleadas. La hipótesis  representaba que aproximadamente el 50% de la superficie urbanizada, reservando el otro 50%  para zona verde, incomprensible para nuestra mentalidad actual que lo que pretende es especular con los terrenos y sacar el máximo beneficio, paradójicamente solamente era edificable la sexta parte de cada solar destinado, el resto a  ajardines privados.  Se marcaba el lugar exacto de construcción y se limitaba la altura de cada chalet de libre elección de estilo-de manera que no interfiriese ni la luz ni la visión paisajística de la villa vecina. No se autorizaba, en cambio la construcción de clínicas, fondas y restaurantes ni fábricas, talleres o industrias molestas. Los servicios comunes con suministros de agua y de luz, alcantarillas y teléfonos, incluían también dos pabellones de entrada - a la conserjería (A) y la sede administrativa (B)- un mercado (C), una  capilla (D), una gran plaza pública (E) al servicio de las necesidades de la colonia, el largo muro de cierre (F) para garantizar la seguridad de los vecinos-no lejos del Parque Eusebi Güell hizo construir un cuartel de la Guardia Civil que posteriormente cedido a este cuerpo, y una red viaria (H) resulta en viaductos (H1), muros de contención (H2), escaleras, caminos y atajos. El resultado ha sido el Parque Güell que hoy conocemos uno de los intentos mundialmente con más éxito de armonización y arquitectura y naturaleza.

martes, 7 de febrero de 2017

EL PARQUE GUELL - 1


EL PARQUE GUELL

Presenta muchos encantos, en forma de rincones sorprendentes y bonitas vistas, a la vez que pueden atisbarse excesos barroquistas, y recargados muy típicos de la personalidad de Gaudí: arcadas: bancos, escalinatas, estatuarias diversas, hacen pensar en un Bomarzo extravagante y simbólico, cercano a veces a una creación de ciencia - ficción. Sin embargo, el conjunto es equilibrado y severo y el visitante tiene la sensación de estar en otro mundo, lo que quizás pretendía el arquitecto.
Escalinata policromada con cascada en el centro
Gaudí transformo el paisaje circundante respetando con verdadero espíritu de artista, la vegetación existente. En 1922 muerto E. Guell y definitivamente paradas las obras el parque pasa a la propiedad municipal, preservando intactas para la posterioridad las míticas creaciones Gaudianas.
 



EL PARQUE AYER
EL BARRIO

En el entorno de una pequeña capilla erigida en las afueras de Gracia- hoy cruce Virgen de la Salud- Escorial- donde el plan de Barcelona se empieza por las primeras estribaciones de la montaña Pelada, nace en 1864, en medio de un ambiente campesino, del incipiente barrio de la Salud.
Torres de Veraneo, y algunas residenciales, construidas la mayoría por la burguesía de Gracia y barcelonesa, conviven entre casas de renombre: cal Xipreret, ca l'Alegre, can Muntaner de Dalt... A la placidez de un ambiente rural se suma la proximidad a la metrópolis.  A medida que pasa el tiempo, pero la incidencia urbana se va haciendo más patente: el trazado de la nueva carretera que sube al Carmelo borra los últimos trazados del camino de Sant Sever, iter romano que unía Barcelona con Sant Cugat.  Con facilidad de comunicación la urbanización se va comiendo acompasadamente e implacablemente, el espacio agrícola. En 1890 el trazado viario- con las calles de Olot, de Larrard y de Marianao- alcanza la hacienda de can Muntaner de Dalt, de terrenos fuertemente accidentados, ya en plena montaña.  Es esta precisamente, la finca que Eusebi Güell i Bacigalupi compra en 1895  la finca juntamente con la del Coll i Pujol, con un objetivo preciso: construir una ciudad- jardín residencial de tentadoras y modernas concepciones. Los aires, la situación de privilegio, el relieve y las posibilidades estéticas insospechadas hacían el lugar ideal de Barcelona.
                                                

Plaza Europa de Sta. Eulalia L´Hospitalet (vista desde el Parque Guell
LA FINCA
Reguardado de los vientos del norte, en la ladera meridional de una corta alineación montañosa - la montaña Pelada-paralela a la gran cordillera de Collserola la finca de can Muntaner de Dalt simulada por su configuración cóncava, una vasta pantalla solar perfectamente orientada.

A cualquier parte del declive a 150 metros de altitud media generando perspectivas insólitas sobre el marco urbano: la tupida red viaria de la ciudad es contemplada a vuelo de pájaro pero de una visión casi rasante.  A una parte el mar y Montjuïc, a menudo desbaratados, y montículos más agrestes por otra parte: desde el turó de la Rovira en la cima más distante de Sant Pere Mártir.

Bosques de encinas y robles tapizaban en tiempos históricos estos contraste montañosos como resultado un largo proceso evolutivo anterior, en parte conocido gracias a la descubierta- durante las obras del Parque en  1902, aparecen una serie de fósiles erizos, una gran tortuga y restos de huesos de un rinoceronte y de un ciervo, de unos dos millones de años de antigüedad.  Pronto la presencia humana hace que el manto vegetal desaparezca de todo. Al adquiriese la finca en el siglo pasado, solamente unos pocos árboles cultivados - como los algarrobos, celtis y oliveras, viven dispersos entre pinos fragmentados de matorrales silvestres.
Había que adaptar este marco natural - bien situado pero, hosco y maltrecho en un paraje residencial modélico.  Fue esta la tarea que se propuso Eusebio Güell.

 El sentido ecológico y medioambiental de Gaudí estaba fuera de toda duda, Prueba de ello es la imagen del pino encostrado en la pared, para evitar la posible tala.

lunes, 26 de diciembre de 2016

El Parque de la Ciudadela -18


K- EL MODERNO ZOOLOGICO


Estética y diseño


 Una nave central, rectangular, orientada hacia la Plaza de las Armas, daba soporte a dos alas grandes de planta semicircular, adosadas a lado y lado, formadas por galerías concéntricas -12 en total - dispuestas como las varitas de un abanico gigante. El colosal edificio el gran Palacio de la Industria-ocupa esta zona del Parque en tiempos de la Exposición Universal: la nave central, donde hoy conviven los grandes mamíferos de la fauna africana y los cosos laterales perfectamente amoldados al perímetro curvilíneo del Parque-, el resto del terreno, con el derribo de las dos naves circulares, y posteriormente en 1927, el elemento central se plega definitivamente la magnificencia de aquel abanico gigante.

Añadir leyenda
 La abertura del paseo que por la parte baja enlazaba con la avenida de los Olmos y con la de los Tilos supone la reconstrucción del antiguo anillo de circunvalación interior. Ubicando dos elementos-una vez más de aire marcadamente de 1800- sobresale de la mediocridad general del nuevo diseño: un montículo, con pretensiones de reproducir las formas y perfiles típicos de Montserrat y una fuente- más tarde convertida en símbolo de laciudad- con

 


 
 
 
 
La Dama del paraguas
dos tazas superpuestas, coronadas por una
figura femenina,con polizón, que protegida
por un paraguas, pasea elegantemente bajo la lluvia. Unicos componentes del Parque antiguo que juntamente con algunos olmos excepcionales han quedado incorporados a las modernas instalaciones del Zoológico.

 

 

 

 

Fuente de Josep Fonseré, autor del proyecto del Parque y escultura de Joan opa el Roig Soler (Reus 1885). Anterior a La Exposición Universal y desmontada  al comenzar las obras del gran Palacio de la Industria, ocupa el lugar actual desde final del siglo pasado.

K) La vegetación.

Olmos, fitolacas, robinias y acacias del Japón.Cada árbol, abandonado a su libre desarrollo, adquiere con el tiempo un porte característico, propio de la especie: el aspecto columnar del ciprés común, la forma de parasol de los pinos piñoneros y las cabeceras altas y cilíndricas de los chopos o las amplias y esbeltas, compactas o lisas, de los tilos, robles, robinias o castaños de India son ejemplos bastante elocuentes. Nada más la competencia- en lucha por la subsistencia y la ocupación del espacio- entre ejemplares próximos o con otras especies vecinas, llega a modificar este carácter genético: en una comunidad o plantación densa, el porte de los árboles se alarga y las copas más estrechas, merman singularmente de volumen. En el ámbito urbano, tanto en plazas y calles como en parques y jardines, un nuevo factor incide además en el aspecto de la vegetación: la poda.


Reproducción de la montaña de Montserrat
 
Frecuentemente, el aspecto del árbol de la ciudad no tiene un solo punto de coincidencia con el porte, casi siempre noble y elegante, que espontáneamente adquiere. La intrincada arquitectura arbórea que tiende a controlar el desarrollo de ramas ramillas hasta conseguir la máxima superficie foliar expuesta a la luz y que acaba, con aparente simplicidad, modelando individuos plenamente armónicos, queda totalmente rota por la práctica indiscriminada de la poda. El beneficio revierte en el alumbrado público o viario, en la seguridad de los paseantes, en la sanidad, ventilación y visibilidad de las casas más próximas, y tantas y tantas conjeturas posibles. Finalidad con evidente provecho para el ciudadano, recomendables todas ellas, urbanísticamente indiscutibles, pero que acaban desterrando de la ciudad la imagen natural del árbol, sencilla y proporcionada. En el Zoológico, en cambio, en la parte baja del Parque, exuberante, ocupada hoy por más de 45 especies diferentes, el aspecto de la gran mayoría de ejemplares recuerda más el de los árboles nobles y elegantes del mundo silvestre que al más convencional de sus hermanos de la ciudad:             

 Unos bellos ejemplares de fitolacas y de cócculos en marcando un fondo de airosas Washingtonias nos acercamos a una de las más frondosas arboledas del Parque. Los olmos, los viejos olmos del Zoo son los testimonios vivos más impresionantes de las plantaciones del siglo pasado; árboles de porte y de desarrollo singulares, dignos de figurar entre los más notorios del ámbito metropolitano. La corta hilera existente cerca de los habitáculos de los osos

y de los camellos acredita al mismo tiempo el trazado que tiene este tramo de paseo de circunvalación. Dibujo que, unos metros más allá, se hace aún más visible con la doble hilera de plátanos de sombra que enlaza la Dama del Paraguas con el paseo de los Tilos, fuera ya de los límites del Zoológico.

 Las ficas, cerca del elefante de África, de aspecto parecido a las palmeras pero de poca altura y hojas mucho más estrechas son ejemplares únicos en el Parque. Robinias y acacias del Japón, eminentes y altivas- las primeras de hojas blancas, primaverales, y las segundas amarillentas, de aparición estival- conviven a la sombra de las montañas de Montserrat, en uno de los conjuntos vegetales más fieros y bellos, con tilos, negundos, encinas y casuarinas.

 LAS PLANTAS
Pi Blanc. Pinus halepensis, Ciprés común Cupresus sempervirens. Braquiquiton. Brachychiton populneum. Abre de l'amor, Cercis silicuastrum. Baladre. Nerium oleander. Xiprer d'arizona. Cupresus arizonica. Xiprer de Lambert. Cupresus macrocarpa. Magnólia grandiflora. Teix. Taxus baccata. Robínia piramidal. Robinia pseudoacacia. Pollancre del Canadá. Populus canadiensis. Om. Ulmus minor. Acácia del Japo. Sophora japonica. Palmera datilera. Phoenix dactylifera. Tipuana speciosa. Llorer. Laurus nobilis. Til-ler Tilia europaea y Tilia tomentosa. Tuia. Thuja orientalis. Coccul. Cocculus laurifolius. Alzina. Quercus ilex. Platan d'ombra. Platanus acerifolia. Margalló. Chamaerops humilis. Palmera de Canáries. Phoenix canariensis. Lledoner. Celtis australis. Palmera excelsa. Trachycarpus fortunei. Casuarina. Casuarina equisetifolia. Bellaombra. Phytolacca dioica. Alber. Populus alba. Alber bolleana. Populus alba. Hibisc.  Hibiscus syriacus. Cedre de l'himálaia. Cedrus deodara. Viburnum d'olor. Viburnum adoratissimum. Washigtonia. Wuashigtonia filifera y Washigtonia robusta. Libocedre. Libocedrus decurrens. Taronger agre. Citrus amara. Pi de Canáries. Pinus canariensis. Podocarp. Podocarpus nerifolius. Paulónia. Paulownia tomentosa. Alzina surera. Quercus suber Graevil-lea. Grevillea robusta. CAstanyer d'India Aesculus hippocastanum. Negundo Acer negundo. Firmiana. Firmiana simplex. Desmai. Salix babylonica. Maclura. Maclura pomifera. Ailant. Ailanthus altissima. Pebrer bord. Schinus molle. Pissardi Prunus cerasifera. Parquinsónia. Parkinsonia aculeata. Acácia. de Constantinopla. Albizzia julibrisin. Troana. Ligustrum japonicum. Luca. Yucca elephantipes, Yucca aloifolia y Yucca recurvata. Ficus de cautxú Ficus elastica. Evónim del japó. Euonymus japonicus. Acácia de tres punxes. Gleditsia triacanthos. Ginkgo. Ginkgo biloba. Noguera negra. Pacaner. Juglans nigra. Tamariu. Tamarix gallica. Taxodi. Taxodium distichum. Avet. de l'Himalaya. Pinus smithiana. Cirerer. Prunus avium. Pitospor. Pittosporum tobira. Roure de Méxic. Quercus polymorpha. Quercus pubescens. Pollancre de la xina. Populus lasiocarpa. Freixe d'olor. Fraxinus ornus. Abre de Júpiter. Lagerstroemia indica. Rafiolepis. Raphiolepis indica. Espírea. Spirea cantoniensis. Nenúfar. Nymphaea alba. Morera. Morus alba. Garrofer. Ceratonia siliqua. Pi Pinyer. Pinus pinea. Cicas. Cycas revoluta. Bursária. Bursaria spinosa. Araucária. Araucaria excelsa. Bauhinia. Pota de vaca. Bauhinia candicans. Olivera. Olea europaea. Figuera. Ficus carica. Robinia, Falsa acácia. Robinia pseuduacacia. Teix del japó. Cephalotaxus drupacea. Bútia. Butia capitata. Eritea. Erythea armata. Aladern. Rhamnus alaternus. 

 Superficie total: 31 ha. 13,87 son ocupadas por el Zoológico.
Proyecto de Josep Fontseré i Mestres, premiado en  concursos público el 19 de marzo de 1872.

Criterios principales del diseño según el propio autor:

Tomar el ejemplo de las celebres villas de Italia, las famosas quintas Borgliese i Pamfili de Roma, los jardines Boboli de Florencia... en los que reina el arte y reina la naturaleza: el primero no se propone dominar a ésta hasta el extremo de quitarle sus formas propias como en los jardines franceses; ni imitarla hasta el punto de que se ofrezca el efecto de la realidad misma viviente como en los parques ingleses.

Se completa el efecto de los paseos y vías por medio de construcciones que dan idea de cultura y grandeza…

(el estilo) dispone de todos los medios que le proporciona la arquitectura y la escultura para convertir el jardín en sitio a propósito ordenado para distraer el ánimo y cultivar la inteligencia.

Enlazar el trazado de las vías públicas que según el plano del ensanche confluyen a estos terrenos con la reforma que se trata de realizar.

jueves, 17 de noviembre de 2016


JARDINES DE LA RAMBLA DE SANTS

El plan de Barcelona en 1725.
Muchos nombres de nuestra ciudad como ahora Riera Blanca, Llacuna, Magória o Riera de Tena nos evocan elementos que conformaban un paisaje no tan lejano que hoy ha quedado borrado por la expansión del tejido urbano. En este espacio y sin ánimo de hacer ninguna descripción exhaustiva se hace un pequeño resumen de la vegetación que había antes de nuestras casas y que conformaban el paisaje de la zona  que hoy ocupa la ciudad de Barcelona.

 
Se ha hecho una disposición que va de montaña a mar, por lo tanto, tenemos vegetación  propia de la parte alta de Collserola (alzinar y sus series regresivas), de la zona de la parte soleada (maquia, estepas y prados secos), y también vegetación de la parte plana, donde predominaban los cultivos agrícolas,  los humedales, marismas y lagunas. Por último, hay vegetación propia de las dunas de playa.

 

Para cada zona se han escogido especies arbustivas y herbáceas relevantes

Que aun hoy se pueden encontrar en  zonas cercanas a la ciudad. En el grafico se observa el plano del siglo XVII, sobre la actual trama de la ciudad, donde se destaca la evolución de la línea de costa y las diferentes zonas de vegetación que había en aquel momento, justo antes que se desecaran las lagunas y marismas.

 

 
Playa y humedales: Anmophilia arenaria, Cares ríparia, Iris psedoacorus, Balboschoenus maritimus.

Zona  Agricula: Punica granatum,Vitis vinífera, Medicago sativa (alfalfa)

 Alzinar y Zonas Regresivas: Brachypodium retusum, Hparrenia hirta, Cistus albidus, Erica arbórea, Thymus vulgaris, Rosmarinus oficinalis, Arbutus unedo, Phillyrea angustifolia, Viburnum tinus.

 

A lo largo de la Rambla también encontraremos además la Tipuana tipus, Abelia x grandiflora, Sophora japónica, Plumbago capensis,  Bulbine frutescens, Lavandula angustifolia, Teucrium fruticans, Dietes grandiflora, Malus sp everste, Grevillea lanígera, Koelreuteria paniculata, Hedera hélix.

Aprovechar este espacio para hacer un jardín a lo largo de toda la Rambla es un reconocimiento a la necesidad que tiene nuestra ciudad de darle a la ciudadanía espacios necesarios, para el esparcimiento, el descanso, el paseo, la reflexión, la lectura etc, o simplemente para sentarte a la sombra. Es un ejemplo del buen hacer, dotar  a las personas de un espacio sostenible, agradable y yo me atrevo a decir hermoso. A lo largo de la rambla podemos  encontrar juegos infantiles y varios aparatos para hacer gimnasia para todas las edades, eso quiere decir pensar en las personas.

martes, 18 de octubre de 2016

El Parque de la Ciudadela -17


EL ANTIGUO PASEO DE LOS OLMOS



Entrada del Zoo
Estética y diseño Una gran pajarera,  típicamente de 1800 - metálica, semicircular- poblada con diversas especies de aves, remataba la perspectiva del paseo de Álamos y daba entrada a la larga avenida de los Olmos, Paralela por el interior de la Ciudadela, y la calle Wellington. Con la presencia de animales, el Parque se incorporaba a la más pura tradición paisajista, tan antigua como el arte de los jardines.

Efectivamente, peces, aves, y algunos mamíferos daban vida i color al jardín egipcio, de 2000 años antes de C. En plena  edad media, los reyes Joan I i Martí l'Humá mantenían una colección zoológica con leones incluso en el reducido jardín del Palacio Mayor, en la plaza del Reí.

Desde siempre, planta y animales de todo el mundo venían compartiendo el espacio vital del jardín.  El jardín catalán no ha sido  una excepción. Uno de ellos, precisamente, fue el origen del Zoo de Barcelona: en 1892 el Ayuntamiento de la Ciudad compra, íntegra la colección que Luís Martí Codolar poseía en su finca del barrio de Horta. Antípodes, leones, camellos, y un elefante... El primer jardín Zoológico de Barcelona, se incorpora plenamente al Parque, manteniendo los animales siempre en jaulas. En 1956 un proyecto de reforma y ampliación con modernas y más científicas concepciones, crea nuevos habitáculos, amplios y abiertos, con rejas y barrotes, desapareciendo las primeras jaulas y el bello y elegante paseo de los Olmos.
Poco a poco los más modernos proyectos se abren paso al diseño de 1800.

 La vegetación.
Los árboles y la corteza

Los árboles, que en el resto del Parque imprimen carácter y personalidad a cada parterre -recuerda el jardín Romántico-, en cada glorieta -la de Carles Aribau- o a cada paseo - el de los Álamos o de los Tilos- que ahora se integran con el diseño, y la arquitectura y la escultura de cada unidad formando un conjunto indisoluble, representa, en cambio, en esta estrecha y alargada franja del Zoológico, o bien el papel de simples acompañantes, de reguladores de la luz y la sombra - tanto para los paseantes como para la fauna- o el de estrictas figuras ornamentales, a menudo poco integradas en el ambiente, contra el cual, fin y todo, han de protegerse físicamente: no es raro encontrar troncos enteros revestidos de una tela metálica para evitar, entre otras las mordeduras de sus huéspedes.
Pero las 45 especies de árboles que, esparcidos, pueblan esta ala del Zoo que nos ofrece, entre muchos otros, la posibilidad- también divertida- de aprender a reconocer los árboles por su tronco.  La atenta observación de cualquier corteza específica por cada clase de árbol- permite no solamente identificar la especie que tenemos delante sino también entender la riqueza y refinamiento de tonos, formas y estructuras conque es capaz de vestirse una sencilla capa vegetal de finalidades eminentemente protectoras: efectivamente,  tanto si esta estropeada sin desternimiento la corteza- con evidente riesgo de minar la fina estructura celular interna que protege generadora del crecimiento del tronco y sustentadora de la vida del árbol- como si se obstruyese la respiración- lo que sucedería al recubrir el tronco con materias no porosas- la muerte del árbol es, en los dos casos, inevitable. La corteza equivale a la piel del cuerpo humano y es, por lo tanto, una parte con vida, funciones y arquitectura propias las cuales, de una y otra manera, se manifiestan en su aspecto exterior.
 
La corteza de las tipoanas- que endoble hilera, a tramos interrumpida, enlaza por el lado derecho las dos entradas del Zoo- es marronosa, uniforme de aspecto, con fisuras verticales y transversales a la vez, numerosísimas, cortas y densas. El tronco de las palmeras datileras, en cambio- galanamente unidas delante de la Dirección- es revestido por las huellas- romboidales- de las hojas al caer, alineadas en espiral.
Las placas de la corteza de los plátanos de sombra- de perfiles fantasiosos- a menudo beis, sobre un fondo verde y amarillento, cambiante, uniformemente pálido, se desprende periódicamente convirtiendo la armadura entera del árbol- tronco, ramas y ramIllas- en una manifestación viva de dibujos y colores. Es sin duda el ornamento vegetal dominante- y puede ser por eso tan ignorada- en las calles de la ciudad. Las escamas del pino piñonero- frente a frente de las datileras- profundamente fisuradas, se desprenden irregularmente en un juego de grises, anaranjados y marrón rojo. Es marcadísimo el contraste de esta estructura con el revestimiento de la joven araucaria- al lado mismo- y más aún con las fitolacas- un poco más allá- de forma agrietada, gris verdosa, sutil y fina.
 
La variación continua casi inacabable: rugosas o lisas; exfoliables en larvas cintas- las del ciprés común y el ciprés de Lambert- o con fisuras más o menos profundas, regular o irregularmente distribuidas, delimitando placas de contornos amplios y sinuosos- los del castaño de India o más frecuentemente, de perfiles reducidos o geométricos: cuadradas las plaquetas de encinas, trapezoidales los tileros, triangulares las robinias, etc...
El paseo, por un lado y por el otro, es una auténtica galería plástica donde cada corteza- cada árbol- es un cuadro expuesto, una pequeña obra de arte.
 
 
 
 
 

domingo, 18 de septiembre de 2016

El Parque de la Ciudadela -16



H_ LOS MUSEOS
Estética y diseño
la faceta científica de la naturaleza:

El invernadero
Al final del siglo XIX, pero el Umbráculo es de 1883- el último grito para forjar
Una superficie sombría donde cultivar plantas de sotobosques tropicales y subtropicales era lo que se realizó en el Parque: La arquitectura de hierro>>, típicamente de la época visible en el Born i otros mercados.

Cuatro filas de columnas sostienen una bóveda con cinco arcos, uno grande, central, que se deshace en dos más pequeños a cada lado, recubierta de listones de madera generador de un juego inagotable de claros y oscuros que impregnan el ámbito interior.  El Umbráculo de la Ciudadela, con fachadas de ladrillo y grandes portaladas forradas de hierro y madera, ha de considerarse, hoy como un edificio único en su género.


Museo de Geología (Neoclásico)
Pero el Parque  fue concebido con una síntesis monumental de valores del siglo.

El Invernadero, el Umbráculo, y los Museos de geología y de zoología- típicamente de 1800- representa la faceta científica de la naturaleza, entonces importante. El conjunto, incorporado a la alineación de casas porticadas del paseo de Picasso- de la misma época- ha llegado con la pátina del tiempo, único e irrepetible.

 


Umbráculo
Proyectado por Josep Fontserè y construido entre los años 1883-1887 por José Amargos, forma parte  junto con Invernadero y el Museo de Martorell de Geología, del programa científico y museístico integrado dentro del proyecto global de ordenación de la Ciudadela que diseña el mismo Josep Fontseré  en el año 1872.

Su estructura es hecha de pilares de fundición y vigas de hierro, ligadas jaunas del mismo material que conforman una vuelta con cinco arcos, uno grande, central, y dos más pequeños a cada lado.  La  vuelta es cubierta por un listonado de madera generador de un juego de claroscuro que recrea la penumbra de los bosques tropicales, y el hábitat donde viven las especies que se cultivan.  Las fachadas de ladrillo y las grandes puertas de madera cierran este edificio, único en su género.

 En el año 1988, con motivo del Centenario de la Exposición Universal, fue restaurado por Parcs i Jardins del Ayuntamiento de Barcelona, respetando íntegramente el proyecto original. Y enriqueciendo su contenido con nuevas especies vegetales que completan un magnifico catalago verde del cual destacaremos: Livistonia chinensis, Breaucarnea recurvata, Strelitzia alba, Howea fosteriana, Phoenix roebelenii.

H) La vegetación.
Paulonia y pinos de canarias.
Paulownia imperialis, dos nombres latinos- dedicados a Anna Paulowna, hija del Zar de Rusia, por tanto de estirpe imperial, casada posteriormente con Guillermo III de Holanda- que identifican botánicamente una especie concreta de árbol: la paulonia, conocida y exportada a buena parte de Asia desde tres siglos a. de C. degranes  diminutas pero bellísimas- aladas y plateadas- transportadas por el viento a largas distancias, se reproduce con facilidad y llega a formar auténticos bosques en China y en Japón. Este último país se ha convertido en exportador de la madera, ligera y muy apreciada en trabajos de artesanía. Las flores y las hojas- al contrario que las semillas- en cambio, pasan de las medidas corrientes: las primeras labiadas, de un intenso violeta, miden 5 cm. y las segundas, exceden generalmente de los 20.

Árbol esbelto, fascinante en la primavera en el momento de la floración, lucen en solitario delante del museo de Geología. Al ala científica del Parque cada uno de los edificios- Umbráculo, los museos, el invernadero- dispone de su propio jardín. Entre el invernadero y el museo de Zoología un amplio patio, con aspecto de salón poblado de tilos y de un castaño de indias que parecen escapados del paseo central. Junto a la paulonia, en nuevo espacio ajardinado delante del museo de Geología, naranjos agrios, viejos y bien conservados, pinos blancos, repletos siempre de piñas secas y vacías, árboles del amor, de hoja redondeada, y un grupo de pinos de Canarias, guardianes del umbráculo, de porte muy peculiar. Naturales de Tenerife y Gran Canaria, donde viven por encima de los mil metros de altitud, se cultivan también en las zonas templadas: sur de Australia, en resumen, Nueva Zelanda o centro de Chile. De tronco alto y erecto- crece rápidamente y llega con facilidad a los 25 m. -es de los pocos pinos que rebrota del tronco. Las hojas- delgadas, hasta 30 cm. de largo- se agarran a las ramas con pequeños dedales de Argentera, un nuevo jardín, más sombrío aún, con tejos, casuarinas, tipuanas y coccúlos- algunos casi centenarios- repartidos por los parterres de cada ángulo. En el eje central, en cambio, una sola especie: naranjos agrios, en doble hilera, interrumpida solamente por la fuente de la cigüeña y la zorra y un portentoso aro de plátanos de sombra. Perennifolios de ámbito mediterráneo a la sombra de los caducifolios, adaptados a climas más fríos. El porte de ambos, a pesar de tener la misma edad, hace patente la diferencia en el crecimiento de las especies y su adaptación a climas más o menos ricos.

 

la faceta científica de la naturaleza

Redonda de Plátanos que intentaban o yo al menos así lo interpreto, escenificar los doce apóstoles, expresión utilizada para identificar el propagador de una doctrina o creencia.
Bien pues de los doce plátanos tan solo viven once  el que debería hacer el número doce con frecuencia se muere, podíamos llamarlo el Judas Iscariote el apóstol que traiciono a Jesús y por ello la tierra le es hostil y no lo admite como tal.

 

Científicamente no es un argumento válido porque hay, infinidad de posibilidades de hacer que dicho plátano viva,  no es más que una fábula que yo  quiero atribuir a la anécdota que durante decenas de años el espacio de dicho árbol este vacío.


Columna meteorológica que sintetiza la mentalidad
científica que presidia La remodelación del espacio
de la Ciudadela.
 
                                                                                                                                                                                                                         
Tabla de distancia
                                                


 











Reproducción en mármol de la (Fabula de la Fuente del zorro)

 
 >> Cierto día un zorro invita a comer a la Cigüeña. De menú caldo ligero servido en un plato plano. Mientras el anfitrión lo lamia todo en un momento, la cigüeña, de pico largo y delgado, se ve impotente de probar una sola miga. Al cabo de un tiempo para res quitarse de parecida burla fue la cigüeña la que invita a comer al zorro, el cual acepta contentísimo
La carne, servida a trozos pequeños dentro de un frasco de cuello largo y boca estrecha, fue inasequible al morro del zorro.  Avergonzado y con las orejas bajas y la cola entre las piernas, se vuelve a su casa. (Mentirosos para vosotros escribo).
 



 
 

EL PARQUE DE CAN BUXERAS 2

La finca, de 5 hectáreas de extensión, ha costado unos (32 millones de ptas. hoy equivalente en 192.324€).  De esas 5 hectáreas que tenia la...