domingo, 18 de septiembre de 2016

El Parque de la Ciudadela -16



H_ LOS MUSEOS
Estética y diseño
la faceta científica de la naturaleza:

El invernadero
Al final del siglo XIX, pero el Umbráculo es de 1883- el último grito para forjar
Una superficie sombría donde cultivar plantas de sotobosques tropicales y subtropicales era lo que se realizó en el Parque: La arquitectura de hierro>>, típicamente de la época visible en el Born i otros mercados.

Cuatro filas de columnas sostienen una bóveda con cinco arcos, uno grande, central, que se deshace en dos más pequeños a cada lado, recubierta de listones de madera generador de un juego inagotable de claros y oscuros que impregnan el ámbito interior.  El Umbráculo de la Ciudadela, con fachadas de ladrillo y grandes portaladas forradas de hierro y madera, ha de considerarse, hoy como un edificio único en su género.


Museo de Geología (Neoclásico)
Pero el Parque  fue concebido con una síntesis monumental de valores del siglo.

El Invernadero, el Umbráculo, y los Museos de geología y de zoología- típicamente de 1800- representa la faceta científica de la naturaleza, entonces importante. El conjunto, incorporado a la alineación de casas porticadas del paseo de Picasso- de la misma época- ha llegado con la pátina del tiempo, único e irrepetible.

 


Umbráculo
Proyectado por Josep Fontserè y construido entre los años 1883-1887 por José Amargos, forma parte  junto con Invernadero y el Museo de Martorell de Geología, del programa científico y museístico integrado dentro del proyecto global de ordenación de la Ciudadela que diseña el mismo Josep Fontseré  en el año 1872.

Su estructura es hecha de pilares de fundición y vigas de hierro, ligadas jaunas del mismo material que conforman una vuelta con cinco arcos, uno grande, central, y dos más pequeños a cada lado.  La  vuelta es cubierta por un listonado de madera generador de un juego de claroscuro que recrea la penumbra de los bosques tropicales, y el hábitat donde viven las especies que se cultivan.  Las fachadas de ladrillo y las grandes puertas de madera cierran este edificio, único en su género.

 En el año 1988, con motivo del Centenario de la Exposición Universal, fue restaurado por Parcs i Jardins del Ayuntamiento de Barcelona, respetando íntegramente el proyecto original. Y enriqueciendo su contenido con nuevas especies vegetales que completan un magnifico catalago verde del cual destacaremos: Livistonia chinensis, Breaucarnea recurvata, Strelitzia alba, Howea fosteriana, Phoenix roebelenii.

H) La vegetación.
Paulonia y pinos de canarias.
Paulownia imperialis, dos nombres latinos- dedicados a Anna Paulowna, hija del Zar de Rusia, por tanto de estirpe imperial, casada posteriormente con Guillermo III de Holanda- que identifican botánicamente una especie concreta de árbol: la paulonia, conocida y exportada a buena parte de Asia desde tres siglos a. de C. degranes  diminutas pero bellísimas- aladas y plateadas- transportadas por el viento a largas distancias, se reproduce con facilidad y llega a formar auténticos bosques en China y en Japón. Este último país se ha convertido en exportador de la madera, ligera y muy apreciada en trabajos de artesanía. Las flores y las hojas- al contrario que las semillas- en cambio, pasan de las medidas corrientes: las primeras labiadas, de un intenso violeta, miden 5 cm. y las segundas, exceden generalmente de los 20.

Árbol esbelto, fascinante en la primavera en el momento de la floración, lucen en solitario delante del museo de Geología. Al ala científica del Parque cada uno de los edificios- Umbráculo, los museos, el invernadero- dispone de su propio jardín. Entre el invernadero y el museo de Zoología un amplio patio, con aspecto de salón poblado de tilos y de un castaño de indias que parecen escapados del paseo central. Junto a la paulonia, en nuevo espacio ajardinado delante del museo de Geología, naranjos agrios, viejos y bien conservados, pinos blancos, repletos siempre de piñas secas y vacías, árboles del amor, de hoja redondeada, y un grupo de pinos de Canarias, guardianes del umbráculo, de porte muy peculiar. Naturales de Tenerife y Gran Canaria, donde viven por encima de los mil metros de altitud, se cultivan también en las zonas templadas: sur de Australia, en resumen, Nueva Zelanda o centro de Chile. De tronco alto y erecto- crece rápidamente y llega con facilidad a los 25 m. -es de los pocos pinos que rebrota del tronco. Las hojas- delgadas, hasta 30 cm. de largo- se agarran a las ramas con pequeños dedales de Argentera, un nuevo jardín, más sombrío aún, con tejos, casuarinas, tipuanas y coccúlos- algunos casi centenarios- repartidos por los parterres de cada ángulo. En el eje central, en cambio, una sola especie: naranjos agrios, en doble hilera, interrumpida solamente por la fuente de la cigüeña y la zorra y un portentoso aro de plátanos de sombra. Perennifolios de ámbito mediterráneo a la sombra de los caducifolios, adaptados a climas más fríos. El porte de ambos, a pesar de tener la misma edad, hace patente la diferencia en el crecimiento de las especies y su adaptación a climas más o menos ricos.

 

la faceta científica de la naturaleza

Redonda de Plátanos que intentaban o yo al menos así lo interpreto, escenificar los doce apóstoles, expresión utilizada para identificar el propagador de una doctrina o creencia.
Bien pues de los doce plátanos tan solo viven once  el que debería hacer el número doce con frecuencia se muere, podíamos llamarlo el Judas Iscariote el apóstol que traiciono a Jesús y por ello la tierra le es hostil y no lo admite como tal.

 

Científicamente no es un argumento válido porque hay, infinidad de posibilidades de hacer que dicho plátano viva,  no es más que una fábula que yo  quiero atribuir a la anécdota que durante decenas de años el espacio de dicho árbol este vacío.


Columna meteorológica que sintetiza la mentalidad
científica que presidia La remodelación del espacio
de la Ciudadela.
 
                                                                                                                                                                                                                         
Tabla de distancia
                                                


 











Reproducción en mármol de la (Fabula de la Fuente del zorro)

 
 >> Cierto día un zorro invita a comer a la Cigüeña. De menú caldo ligero servido en un plato plano. Mientras el anfitrión lo lamia todo en un momento, la cigüeña, de pico largo y delgado, se ve impotente de probar una sola miga. Al cabo de un tiempo para res quitarse de parecida burla fue la cigüeña la que invita a comer al zorro, el cual acepta contentísimo
La carne, servida a trozos pequeños dentro de un frasco de cuello largo y boca estrecha, fue inasequible al morro del zorro.  Avergonzado y con las orejas bajas y la cola entre las piernas, se vuelve a su casa. (Mentirosos para vosotros escribo).
 



 
 

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