martes, 30 de noviembre de 2021

PALACIO DE PEDRALBES 6

 

Entrada al jardín y Palacio por la Diagonal

La escena se repite, idéntica, en los dos extremos de la larga fachada que se asoma a la Diagonal, bajo los templetes de las caballerizas.

 

El hecho se explica fácilmente, pues el buen desarrollo y floración de las buganvillas-    como claramente da a entender

 su procedencia tropical- depende de una óptima orientación: exposición al sol y protección de los vientos del norte. Obsérvese que en los tramos del largo muro exterior, las buganvillas son substituidas por especies menos ávidas de luz, principalmente por la hiedra, liana indígena, adaptada a las áreas menos soleadas. Pero, a diferencia de los tallos de hiedra que en contacto con las paredes o con los troncos de los árboles generan espontáneamente nue 

vas raíces de sujeción, los largos sarmientos de las buganvillas carecen de órganos de apuntalamiento, por lo cual necesitan imprescindiblemente la ayuda de soportes mecánicos: listones, alambres, cuerdas... cómo puede comprobarse con facilidad. En verano, la floración simultánea de buganvillas y adelfas- arbustos alineados entre las estatuas, alternados con fotinias- transforma la monótona línea que cerca en una viva cascada de flores.

Pero el muro circundante al jardín no sólo luce por su cara externa: parterres irregulares con árboles de notable altura visibles desde la calle recorren el interior del perímetro: tejos, cipreses, algarrobos o ailantos, estos últimos en la puerta de levante.

 La bella perspectiva de los entornos del surtidor de la entrada, deshaciéndose en un abanico de cascadas sobre un estanque llano, centrado por un desnudo femenino de mármol, puede contemplarse cómodamente a la sombra de los cedros del Japón, bellos ejemplares adosados al pabellón de la izquierda.  Árbol típico de los paisajes silvestres del Japón- donde forma bosque en varias islas- es allí, por su abundancia, el equivalente de nuestros pinos. Resinosos ambos y de manera apreciada, difieren, sin embargo, de nuestras coníferas tanto por las hojas- más cortas y en forma de garfio, curvadas hacia arriba- como por los frutos- piñas menudas y esféricas amontonadas en los extremos de las ramitas. Propia de climas más húmedos, es especie poco frecuente en Barcelona, ciudad, para ella, de veranos en exceso cálidos y secos.

LA TAMARITA 1

                               LA TAMARITA Antiguo jardín particular, creado en las primeras décadas del siglo, muestra la Huella del Arqu...