jueves, 18 de agosto de 2016

El Parque de la Ciudadela - 15


EL JARDIN  (ROMANTICO)

Estética y diseño

Donde se entroncan los dos grandes paseos del Parque, el  de los álamos y el de los tilos se encuentra, casi escondido detrás de una original balaustrada, sumergida en un bosque de celtis, uno de los rincones más íntimos y acogedor de la Ciudadela: la glorieta de Carles Aribau, iniciador el siglo pasado, del resurgir de la literatura catalana. El arco hiperbólico, que más adelante sería una constante en la obra de Gaudí, aparece aquí repetido siempre nuevo, a lo largo de toda la baranda: la piedra del pedestal y el gris de la corteza de los celtis, crean a la vez un ambiente de quietud y alegría. He aquí un rincón romántico típicamente de 1.800, con la tranquilidad de que lleve dentro de sí la quietud y la alegría que el diseño respira.

 
Phytolacca dioica

De entrada hacia fuera irradia  el Jardín Romántico, exuberante de vegetación, que llega hasta la cascada y al fondo de  las quietas aguas del lago. Caminos que serpentean entre parterres, plantas irregularmente distribuidos, de aspecto, de dimensiones y de crecimiento desiguales... lugares apartados, para personas amantes del silencio y de la quietud... "Jardín, este de diseño desigual al del paseo de los Tilos-rectilíneo y geométrico o al dibujar la plaza de las Armas. Estilo divergente entre sí, opuesto casi pero integrados en un único conjunto-el Parque de la Ciudadela- a la búsqueda de una sola finalidad, común a todas las civilizaciones en la larga historia del arte de los jardines: el paraíso perdido.

 


Monumento a los Barceloneses muertos en los campos de exterminio nazi de André Fanteus

 

 

 

 






Glorieta de Carles Arbau
La vegetación.
Perennifolios y caducifolios.

 ".... Variedad de árboles, arbustos y plantas, combinados de modo que sus distintas dimensiones, su aspecto variado y hasta su desigual crecimiento presenten nuevos cuadros a cada instante..." Cuatro grandes grupos de árboles dan vida a este pensamiento- plasmado por Josep Fontsere en la memoria del proyecto del Parque- al tiempo que imprime carácter al jardín romántico: tres de estos grupos- los árboles perennifolios, las coníferas y las palmeras, de formas bien caracterizadas y desemejanza entre sí- mantienen las hojas verdes todo el año. El jardín, por lo tanto poco cambiante de fisonomía, vacío pero palpita no obstante intensamente durante las cuatro estaciones del año. Nada más la aparición anual de nuevas hojas y la sucesión ininterrumpida de flores y frutos de unos y otros llega a tener- a alterar ligeramente- la gama del verde de las cabeceras. Siempre, con matices suaves, nunca extremados. Verano e invierno, entonces, tejos, cedros, y pinos blancos- del grupo de las coníferas-, las palmeras y los laureles, cocculos o truhanas- de entre los perennifolios-, visten el jardín romántico de tonalidades dominantemente oscuras, a veces brillantes o apagadas, siempre persistentes. Plantas, por su estructura, adaptadas a los fríos suaves del invierno mediterráneo y, simultáneamente, capaces de resistir intensos periodos de sequía estival.

Un cuarto grupo de plantas dispersas, los caducifolios, desgarran el conjunto arbóreo dominante, oscuro y heterogéneo, en capas fuertemente contrastadas: calvas deshojadas en el invierno, de aspecto tierno y fresco en la primavera, con hojas dilatadas y amplias durante el verano que, acercándose los primeros fríos acaban por desprenderse absolutamente. Arboles que, reduciendo el ritmo vital y enquistándose dentro de la madera y los nudos, llegan a resistir fríos intensísimos. Irregularmente repartidas por todo el jardín ingles, en algunos lugares en cambio- como sucede en los entornos de la glorieta- se dan la mano y se enlazan entre sí: la bella acacia de tres pinchos- ejemplar único en el Parque- almez que envuelve el monumento a Aribau y con las robinias, olmos, tilos y maclures de los parterres vecinos.

 

Instauración de la fiesta del Árbol
Cuatro grupos de plantas- las que pierden la hoja, las Palmeras, las resinosas y las siempre verdes-, representantes de tres tipos de paisajes- mediterráneo, de zonas más calientes y centro europeas, de inviernos largos y fríos- fusionados por un mismo suelo: el jardín romántico, paisajes ricos en perspectivas, pero más ricos aún en formas y adaptaciones vegetales, cambiantes todo el año. Nada más el número de especies, acapara por si solo un paseo entero.


                                    

lunes, 18 de julio de 2016

El Parque de la Ciudadela - 14


El Mamut
El Mamut: no lejos de Barcelona en el término municipal de Rubi se han encontrado restos fósiles del mamut aquí representado. A Les Corts y en L`Hospitalet del Llobregat, y restos de otros especies de elefantes, parecidos que vivieron en el ámbito mediterráneo durante el pleistocè. El mamut hoy desaparecido de unos 3-4 metros de altura, tenía una piel gruesa, de unos 2 cm, recubierta de piel larga, sobre una capa adiposa de 10 cm que le permitían resistir los fríos más intensos. Los colmillos lograban fácilmente los 5 metros de longitud.

 
La vegetación.


Algas y musgos. Casuarinas, laureles y truhanas.
Los numerosos parterres irregulares, sinuosos, diferentes entre sí, que en hemiciclo descienden a la Cascada, sustentan una vegetación- mayormente arbórea y arbustiva- densa, rica en especies (treinta y dos árboles distintos) de tonalidades dominantemente oscuras como imitando nuestros bosques mediterráneos.
Casuarina Cunninghamiana Pino australiano
 

 
Algunos ejemplares llegan a sobre salir de los  tramos más altos de la escalinata y a infiltrarse hasta los bordes del estanque. Otros, mucho más menudos, no consiguen sino tapizar rocas y pedruscos en condiciones auténticamente difíciles: a veces, anegadas debajo de la espuma de la cascada pero la mayor parte del tiempo expuestos al sol y al sereno. Los más pequeños- microscópicos- se difunden y multiplican vertiginosamente en el agua estancada, la cual por su multitudinaria presencia llega a colorearse de tonos marcadamente verde oscuro. Algas y musgos no abundan solamente aquí, en la Cascada del Parque, sino en todo el país, amalgamados en la tierra o recubriendo piedras o cortezas de árboles.

 
Dos son las especies arbóreas más eminentes entorno a la Cascada: las palmeras datileras, de tronco delgado y grácil, centinelas del conjunto monumental y un bello y extraordinario ejemplar de casuarina, a la derecha- uno de  los más dignos de la ciudad- que domina, como una reina a su pueblo, no solamente a sus compañeros, mucho más pequeños y dispersos por la plaza, sino también todo el jardín romántico.

 
Quercus Polymorpha (1987)
Quien por primera vez se encuentra en presencia de un ejemplar de casuarina recibe la impresión de observar una forma de pino, aunque las hojas más largas, lánguidas y colgantes. Tan pronto se descubren los frutos - si el árbol que tiene delante es femenino- desaparecen pronto el malentendido: los pinchos de la casuarina, a diferencia de los pinos, son pequeños- de unos dos centímetros de diámetro- y esféricos. Las semillas, amarillo blanquinoso, con una prolongación alada para ser dispersadas por el viento, son recubiertas de una película grasa que al repeler el agua las mantiene a flote si caen en un río. En las regiones calurosas de donde son originarias colonizan los bordes del agua y abundan hasta en la arena de las playas. Si el que se examina es, en cambio, un ejemplar masculino- sin piñas- son entonces las hojas las que marcan las diferencias con los pinos:


efectivamente, aquello que el observador toma como hojas no son sino ramas delgadas, cortas, con numerosos entrenudos- como el tallo de las cañas de bambú- alrededor de los cuales se aprecia unas escamas, acuminadas, minúsculas que son las auténticas hojas del árbol. Los miles y miles de fajos pequeñas ramas, colgantes y elegantes, recuerdan el plumaje característico y peculiar del casuario, de origen australiano como la casuarina. (El nombre fue introducido por Linné, en 1759, en relación al casuario, la famosa ave australiana,  y en particular con su respecto a su plumaje, que guarda una cierta semejanza a las ramas desprovistas de hojas de esta especie.
 
Templete o Glorieta de 1800 con el jardín romántico al fondo
El tono global de estos árboles, oscuro y apagado que parece absorber con glotonería todos los rayos del sol que le llegan, se mezcla, en torno al nacimiento de Venus, con el verde oscuro pero más brillante y reflectante, de los árboles dominantes en este rincón del Parque: encinas, laureles y truhanas. Procedentes de ámbitos diferentes- los dos primeros de la cuenca del Mediterráneo y el tercero de China y Japón- tienen, aspectos comunes: las hojas, de dimensiones reducidas, son duras coriáceas, perfectamente protegidas contra la disecación: de margen liso las de la truhana, ondulado las del laurel e irregular y pinchoso las de la encina. Su adaptación al clima mediterráneo raya la perfección: sorprende comprobar cómo, después de unos días de heladas extremas o de un periodo inusual de sequía, las tres especies siguen dominantes, impertérritas, pero sobre todo los deshechos, colonizan el territorio.

viernes, 8 de julio de 2016

OLA DE CALOR INSOLACION (JUEGOS INFANTILES Y NIÑOS)

OLA DE CALOR INSOLACION (JUEGOS INFANTILES Y NIÑOS)  

Temperaturas tomadas por mí con TFA Laser   Radiation en L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona) 08/07/2016 al 08/07/2016. 
12h. Césped      Sol   32,9ºC           Sombra  24,5ºC Bellvitge

 "      Baldosas:  Sol   41,3ºC           Sombra   26,3ºC                        
Plaza Frances Macia (Sta Eulalia L'Hospitalet)
Juegos infantiles suelo de Caucho  Plaza la Pinza:
Sol  67,4ºC            Sombra    29,4ºC.
Zona Juegos infantiles: al Sol con arena gruesa       Sombra
13h. 56,3ºC                                   29,6ºC
Zona de césped     "        37,4ºC                                  23,9ºC
Juegos infantiles Plaza dels Avis:
 Sol con suelo de caucho    Sombra
71,6ºC                                 32,2ºC
Como podremos comprobar la temperatura se dispara y los niños cada vez están  más expuestos a riesgos  de un golpe de calor etc.

Los juegos infantiles cada vez necesitan estar más rodeados de árboles para así minorar los efectos del calor.  Los datos hablan por sí solos y no deberíamos ignorarlos.
La temperatura del cuerpo humano ronda los 37 grados con pequeñas variaciones normales a lo largo del día. Es nuestro cerebro el órgano que, a través del hipotálamo, controla la adaptación de nuestro organismo a la temperatura exterior.  Si el ambiente  es helado reaccionamos con temblores y vasoconstricción, de ese modo subimos la temperatura interna.  Si hace mucha calor aumenta el pulso, la sudoración y la vasodilatación y de este modo hacemos que la temperatura de nuestro cuerpo descienda.  Pero a veces nuestro mecanismo de termo regulación se ve superado por la dureza de las condiciones.  Una de las consecuencias de esos fallos es el golpe de calor.
El golpe de calor:  ocurre cuando el cuerpo se pone demasiado caliente en un periodo de  tiempo relativamente breve. Este puede ser por causa  de ejercicio o de clima caliente.  La persona puede sentirse débil, mareado o preocupado.  También puede tener dolor de cabeza o aceleramiento de los latidos del corazón, deshidratarse y orinar muy poco.
Insolación: La insolación puede ocurrir cuando el cuerpo se calienta demasiado, o puede ocurrir después de un golpe de calor.  La insolación es mucho más grave que el golpe de calor.  La insolación le puede ocasionar la muerte. La gente está insolada puede parecer confundida.  Pueden tener convulsiones o entrar en coma.  La mayoría de la gente que está insolada también tiene fiebre.
Si nos enfrentamos a una rápida exposición de temperatura exterior muy alta y no disponemos de elementos para protegernos de ella o no tenemos bastante hidratación podemos sufrir este grave cuadro llamado golpe de calor, al que son especialmente sensibles los ancianos y enfermos crónicos, pero también los bebés y en general los menores de seis años.
Las personas que realizan alguna actividad cuando hace calor y hay mucha humedad en el medio ambiente pueden sufrir mareo, desvanecimiento que requieren atención médica.  Su forma más común es ocasionada por sobreexposición al Sol, y se conoce como insolación.
Los más sensibles a los efectos del calor son los niños, ancianos, gente obesa y quienes estén tomando medicamentos.  Entre sus primeros síntomas se encuentran: mareo, dolor de cabeza, fatiga, y náuseas; El problema puede empeorar si la persona ha sufrido recientemente diarrea o vomito, situación que provoca mayor pérdida de líquidos.  Después puede presentase una bajada en la presión sanguínea, desmayos, pulso débil, pupilas dilatadas y palidez. (http://blog. ciencias-medicas).

sábado, 2 de julio de 2016



Bougainvillea glabra  (Familia: Nyctaginaceae)

Bougainvillea spectabilis (Nombre común Buganvilla)

Origen: Brasil

 Etimología: el nombre del genero está dedicado al navegante francés Louis de Bougainville.

 Existen varias especies de Buganvillas, hibridos y cultivares (variedades). Las especies más cultivadas son: Bougainvillea glabra – Bougainvillea spectabilis.

 Arbusto trepador, perennifolio y espinoso.

Ramas vigorosas que pueden alcanzar 8 metros.

Más que trepar lo que hace es apoyarse, lo que hace necesario fijar las ramas con alambres o clavos.

Hojas elípticas de 13 cm de longitud, con la base estrechada y el ápice agudo, glabras o con pubescencia esparcida.

Florece en primavera, verano y hasta principios de otoño.

En realidad, no destacan sus flores sino sus llamativas brácteas que envuelven a las verdaderas flores.

Hay varios colores: blanca, rosa, carmín, morada, amarilla, beige, etc.

Usos: puede cubrir muros, pérgolas, arcos, verjas, vallas, y tapizar un terraplén etc.

También podríamos formar un seto o[ICC1]  barrera impenetrable de buganvilla, tensando alambre acerado entre soportes fuertes y dirigiendo las plantas para cubrirlo. La estructura ha de ser realmente resistente porque un viento fuerte puede tirarla.

Puede crecer en tierra y se adapta a desarrollarse en macetas y jardineras, sin mucha dificultad, pero deberemos tener en cuenta que son plantas de raíces sensibles, y no toleran bien el trasplante, sobre todo si son ejemplares que tiene varios años.

Puede servir de planta de interior con mucha luz.

Es fácil de cultivar.

Luz: a pleno sol. Necesita mucho sol para florecer in tensamente.

Temperaturas: no tolera las heladas intensas.

Se cree que cuanto más claros sean los colores de las hojas (brácteas) son menos resistentes al frio.

Una vez que crece, se vuelve más resistente que cuando es joven, pero, aun así, sufrirá por debajo de los 4ºC.

La bougainvillea glabra “sanderiana” es una de las más resistentes al frio; posee flores con un tono azul-purpura.

En las regiones en que los fríos invernales son excesivos la planta debe retirarse, a invernaderos o bien protegerla muy bien con plásticos, por encima o tela y un acolchado en la base y si fuere necesario sobre poner a este acolchado un plástico cogido con clavos para que no llegue la lluvia a sus raíces.

En las zonas de clima suave se protege contra un muro, orientado hacia el sur, resguardada del viento.

Las heladas en sus extremos aéreos no son tan graves dado que rebrotara desde abajo otra vez en primavera.

Suelo: se adapta a cualquier tipo de terreno, siempre que no sea arcilloso, aunque prefiere los fértiles y bien drenados.

No soporta el encharcamiento.

El riego ha de ser abundante en verano y más reducido en  periodo invernal. En verano, basta con regarla cada tres días.

Es resistente a la sequía.

Abono orgánico en invierno u otoño y mineral en primavera.

Es recomendable ir atando sus ramas a medida que van creciendo para que así queden pegadas al muro o celosía.

Se dice que la Bougainvillea, cuanto más sufrida, más florida. De hecho, es habitual ver casas con jardines abandonados, llenos de hierbajos y todo seco, con una buganvillea floreciendo espectacularmente, repleta de flores.

No excederse ni con el riego ni con el abono (demasiado Nitrogeno), ya que esto puede impedir la floración. Si no florece, suspender riego y abono.

Poda: de la buganvilla.

En invierno, podar los brotes laterales dejando uno 5 centímetros sobre el tallo principal.

Obviamente, no podes los que tengan que continuar extendiendo la estructura si queremos que siga agrandándose.  

La buganvilla es una planta trepadora muy conocida por su espectacular floración. En climas cálidos, sin heladas florece prácticamente a lo largo de todo el año, incluso en invierno.

Multiplicación:

La buganvilla, suele multiplicarse por esqueje.

Esquejes de madera blanda, verdes, tomados al final del verano.

Esquejes de madera dura tomados en cualquier época del año y puestos a enraizar en arena y turba a partes iguales.


lunes, 23 de mayo de 2016

El Parque de la Ciudadela- 13

F- LA CASCADA

Estética y diseño


Una figura femenina galana, el bello medio de la Cascada, cabalga sobre espuma del mar en un carro de fantasía tirado por cuatro caballos marinos, esbeltos, intrépidos.

 
Cascada  Diseñada por Josep Fontseré con aportaciones puntuales de Antoni Gaudí la Cascada es obra de autores diversos: el nacimiento de Venus, de Venanci Vallmitjana. La quadriga de Aurora de Rosend Nobas, autor también de los cuatro grupos de Genios, de los dos Gaunes y Eros. El friso alegórico bajo el carro del Sol, de Francesc Serratosa. Neptuno y Anfitrite, de Manuel Fuxá i Josep Gamot. Leda i Danae de Manuel Fuxá i Joan Flotats, respectivamente. Rafael Atché modelá los cuatro grifos.

 

 
 
 
Dios el Mito clásico que una inmensa y fabulosa pechina (concha) que volteaba por el mediterráneo que se abre prodigiosamente, justo al apuntar el sol, al tocar el costado del Ciprés Radiante, aparece entonces la hija del mar, diosa de la belleza, de amor y de la fertilidad: estáis asistiendo al nacimiento de Venus.

 

Derecha secante al viento su larga cabellera es asistida por
dos ninfas bajo las olas dos testimonios ilustre: Neptuno- con su tridente- dios absoluto de la mar y Anfitrite, la esposa legítima. La gruta, puerta de entrada siempre misteriosa en los abismos, recuerda, muda, los orígenes de dioses y diosas. Ni el Cielo ni la Tierra, podían ausentarse de tan extraordinario suceso: recostados sobre los pilares, dos faunas festejan la solemnidad.

 
 
 
Eros, el dios del Amor, representado en forma de niño, espera la oportunidad de intervenir. Culminando el conjunto, montada sobre una cuadriga, la Aurora abre, airosa, las puertas del Cielo. Un friso caprichoso sobre temas marinos, Leda y Dánae y cuatro parejas de Genis, envuelven y magnifican la acción de la Aurora. La escena entera es vigilada por cuatro Grifos, los fabulosos responsables de la seguridad de los dioses. Mitología y Arquitectura imbricadas en un solo conjunto monumental que, aun que desproporcionado en la escala paisajística del Parque, rezuma un raudal de belleza intrínseca.

jueves, 21 de abril de 2016

El Parque de la Ciudadela 12


El lago y los parterres exuberantes que envuelven, configura parte de la zona del jardín romántico de la Ciudadela: líneas curvas y diversidad de vegetación de libre crecimiento. Un tramo de la antigua baranda de piedra, de aspecto fiero, visible aún en el extremo norte, una isleta sombreada por una anilla de álamos y dos pequeños islotes centrales, hoy refugio de colonias de patos y bebedero de innumerables pájaros, mantienen inalterable la imagen de conjunto paisajista bien caracterizado y que es aún la gran pieza de agua del Parque.
  
  E) La vegetación.

Txodios y nenúfares

En el sur-este de los Estados Unidos es atravesado en diferentes zonas, por ríos de gran caudal que al rebosar de su cauce inundan extensas llanuras de los territorios vecinos. Es este el país de origen, el hábitat natural del taxodium, conocido por los aborígenes como ciprés << calvo>> o << ciprés de los pantanos>>. Bosques húmedos, densos, de árboles altísimos, de copa y cuerpo piramidal tapizan la región. En la base del tronco, numerosas estrías bien marcadas sobresaliendo- autenticas puntas como es típico de muchas especies arbóreas adaptadas a terrenos inestables, pantanosos. Más a lo alto dispersas por ramas y ramillas, diferentes especies de bromélias y diversidad de liquen, gris plateado, colgando simulando exudaciones de la corteza.

-Impresiona profundamente el descenso por los ríos de esta clase, comentan los  exploradores. _En la época seca, miles de ramas y troncos caídos, pero sobretodo miles y miles de raíces, verticales, salidas de la tierra hasta un metro y medio de altura hacen totalmente infranqueable esta inhóspita jungla.

Los taxodiums, como la sequoias, son árboles sorprendentes, extravagantes cuasi,  vestidos de épocas geológicas antiquísimas durante las cuales, mientras el clima les era favorable, recubrían una gran parte de la tierra. Muchos yacimientos de carbón actualmente en explotación son testimonios mudos y fidedignos. Los tres ejemplares del lago, jóvenes y poco desarrollados, son testimonios vivos. Como los pinos, los cedros y los abetos son árboles resinosos, de hojas acicaladas y frutos en piña- la del taxodium, pequeña, de pocos centremos de diámetro. Con la diferencia, que el taxodium se colorea intensamente al acercarse los primeros fríos: del verde estival se pasa al amarillo vivo, brillante el cual en pocas semanas se transforma en rojo oscuro. Piñas y hojas, una a una caen hasta que el árbol se queda sin hojas.

Las raíces que el taxodium desarrolla y que sobresalen del nivel del agua son raíces respiratorias, propias de un medio pobre en oxigeno- como son generalmente las aguas estancadas y los suelos pantanosos- que proporcionan al árbol el suplemento de aire que les falta. Este tipo de raíz queda, tan firmemente agarrado a la tierra que ni el más violento ciclón es capaz de hacerlas tambalear.
 

Posiblemente, además de intervenir en la respiración jueguen el papel de auténticas anclas. Pero no todas las plantas se cultivan en un medio acuático necesitan desarrollar raíces respiratorias para sobrevivir. Las ninfas o nenúfares, por ejemplo- vegetales herbáceos de floración fastuosa, con un rizoma enterrado en fango- se sumergen en el agua. Nada más el peciolo de las hojas se alarga- un máximo de dos metros- hasta encontrar la superficie y entrar en contacto con el aire.

Estanques y acequias, aparecen tapizados de hojas redondeadas, a menudo de más de un palmo de diámetro. Las estomas- pequeños poros para respirar- en número de 8 a 10 millones por hoja, solo se encuentran en la cara superior. Las ninfas blancas, una más de las numerosas especies cultivadas en jardinería, son las únicas que, espontáneamente, viven en dos lugares de nuestro país: La Selva y el Delta del Ebro, parajes privilegiados para este tipo de plantas supeditadas al agua.

 

Taxodiums y nenúfares dentro del agua; tamarindos en la isla central y en los márgenes; olmos y álamos armonizan entre sí y con el medio donde viven. El resultado es una unidad paisajística- el lago- coherente y equilibrado.

lunes, 21 de marzo de 2016

El Parque de la Ciudadela 11


El jardín latino, típicamente mediterráneo de carácter y personalidad marcadísimos, no es una excepción. Nacido en Asia Menor, en las comarcas orientales de nuestro mar, es introducido en Cataluña por los primeros navegantes fenicios. Su máximo desarrollo- de una rara perfección- no es insólito, pero, hasta muchos años después con la llegada de los pueblos árabes, procedentes también del próximo oriente. Y con ellos, también, llega el uso de los baladres, de cipreses, de naranjos, laureles y de los pinos como plantas de jardín, todas ellas originarias del ámbito mediterráneo: jardín mediterráneo envuelto de vegetación mediterránea.



Representantes aún hoy vivos de este estilo- con chispa de un foco inagotable- existentes aún hoy: la plaza de las Armas de la vieja Ciudadela nace como un bello ejemplo. Con el retomamos, una vez más, los baladres, cipreses, naranjos agrios y pinos, inherentes al más puro ambiente mediterráneo. Las plantas de este  lugar, efectivamente, sometidas a unas fuertes y prolongadas sequias veraniegas, han tenido que desarrollarse, a lo largo de milenios de evolución, un conjunto de rasgos particulares y característicos, para sobrevivir: las hojas- verdes todo el año-están generalmente reducidas de volumen y con frecuencia duras, a menudo delgadas y resinosas. No es raro encontrar también órganos vegetales espinosos o transformados en espinas. Evidentemente, reducir al máximo la superficie foliar por todos los medios posibles supone mermar las pérdidas de agua para la transpiración; es, sencillamente, el ahorro y la dosificación del elemento básico- siempre el agua, capaz por defecto, de hacer tambalear la subsistencia. Este follaje- perennifolio- además, no experimenta cambios aparentes durante el año. Solamente la sucesión de flores y frutos, con mil variantes, matiza discretamente el conjunto.



Al observar las anillas de plantas que rodean los parterres elípticos de la plaza, descubriremos debajo de los frondosos naranjos agrios, verdes brillantes, duros y coriáceos, pinchos disfrazados de idéntico color. Las hojas alargadas, también delgadas y consistentes, resinosas, de los pinos blancos, se agarran por parejas a las ramas y las de los cipreses, milimétricas y cogidas unas sobre otras, recubren la madera de todo el árbol. Los baladres- arbustos de floración espectacular- visten de igual talante. Evónimos y pittosporum- especies exóticas llegadas de oriente- conviven con sus compañeras, gracias a la existencia de estructuras parecidas. Plantas, todas ellas, perfectamente adaptadas al ambiente donde viven.


Al fondo el Parlament de Catalunya

Diseño y vegetación se unen aquí- delante del Parlamento- bajo una sola concepción. Biológica e históricamente hablando, la plaza entera es un canto, encendido, del más puro estilo mediterráneo.


E- EL LAGO

Estética y diseño

Desde la creación del Parque, que las aguas freáticas, copiosas e inagotables en este lugar de la ciudad son bombeadas a un gran depósito de 50 x 50 x 3 m. expresamente construido en el terrado de un edificio de tres plantas en la calle de Wellington 50, tocando con los árboles de la Ciudadela.  El joven Gaudí, entonces estudiante, hizo los cálculos de la estructura de tan insólita construcción.  Durante los primeros años, el agua era conducida a la cascada donde por propia presión, surgía elegante y espumosa por fuentes y manantiales.  Pasada la apoteosis acababa en el lago, plana y estancada de nuevo.  Actualmente la cascada funciona con independencia plena y las aguas del gran depósito- aun en servicio- son utilizadas en la red del parque.  El lago, en cambio, además del sobrante de la cascada, se prevé de una veta de agua- también freática- que se cruza con el túnel de la línea I del ferrocarril metropolitano y que, de no desviarse, se inundaría este tramo de vía.

EL PARQUE DE CAN BUXERAS 2

La finca, de 5 hectáreas de extensión, ha costado unos (32 millones de ptas. hoy equivalente en 192.324€).  De esas 5 hectáreas que tenia la...