17 de julio de 11h a 12 de la
mañana, tomando la temperatura de
varios juegos infantiles con suelo de arena y de caucho.
Un año más me dedico a
comprobar a que temperatura esta el
suelo de varios de los juegos infantiles, y podemos comprobar un año más que
hay bastante diferencia de unos suelos a otros; son las 11h. de la mañana y ya
empieza hacer bastante calor a pesar de que no es un día de los más calurosos
iremos viendo pues a cuantos grados esta el suelo de cada uno de ellos.
Parque Alhambra suelo de
arena
Al sol 44,8ºC A la sombra 26,4ºC 11h. de la mañana
Plaza dels Avis suelo de Caucho
Al sol 55,6ºC
y a la sombra 26,6ºC
Plaça de l’Escorca suelo de Caucho
Al sol 57,2ºC
a la sombra 26,6ºC 12h.
Plaça Francesc Maciá
suelo arena
Al sol 43,6 ºC a la sombra 26,3ºC 11:30 h.
Avinguda del Metro una de las
calles más frescas del barrio de Santa Eulalia.
Sol 35,9ºC a la Sombra 26,3 ºC
Tengo que decir que yo siempre
he defendido que el suelo de los juegos infantiles sea de arena, donde las
niñas y niños puedan jugar con la arena bien sea cogiéndola a puñados o
llenando el cubo con una pequeña pala o con lo que tenga a mano y haga aquello
que su imaginación le aconseje en aquel momento. Sin embargo, muchas madres están de acuerdo
con los suelos de caucho, yo viví la experiencia en la Plaça de l’Escorca en
una asamblea con la mayoría de madres, los que defendíamos los suelos con arena
perdimos la votación por bastantes votos y por lo tanto esos juegos infantiles
tienen el suelo de caucho en estos momentos.
Este mismo día 17 de julio
encontré en una web puntocero, una
entrevista interesantísima con Clara Pons-Mesman, divulgadora del juego libre:
“Los parques infantiles con suelo de caucho son un sinsentido, en ellos no hay
nada que hacer” coincido al 100x100 en sus reflexiones.
La autora de `¡Sal a
jugar!’, también creadora del proyecto Tierra en las manos, destaca la
importancia de dar más libertad a los niños para jugar, explorar; descubrir e
investigar: “Les ponemos demasiados límites” Clara Pons-Mesman denuncia que los
niños apenas juegan ya en la calle, salvo en zonas más rurales.
En Adaptarse, la novela
de la autora francesa Clara Dupont-monod recientemente publicada en España por la editorial Salamandra, las
originales narradoras de la historia son las piedras del jardín de la familia
protagonista. En un momento dado, esas
piedras afirman: “Los niños son siempre los olvidados de las historias. Se
los conduce como a borregos, se les aparta más de lo que se los protege.
Pero los niños son los únicos que se toman las piedras como juguetes (…) Los
adultos nos utilizan, los niños nos resignifican”. Muchos menores hoy en dia,
sin embargo, y a diferencia de los de la familia a la que da
vida Dupont-Monod, apenas encuentran ocasiones para jugar con piedras y
resignificarlas. Atrapados en grandes ciudades, sin apenas acceso a la naturaleza,
en muchas ocasiones el único espacio de
juego al aire libre que tienen a su disposición son los pequeños parques
infantiles vallados y con suelo de caucho incrustado con calzador entre hileras
infinitas de bloques de ladrillo y hormigón.
“Los parques de caucho
son un sin sentido. Nos han dicho que son los más seguros y no es así. Pero es
que, además en ellos no hay nada que hacer más allá de lo que la propia
estructura ofrece: un tobogán un columpio,
etcétera”, afirma Clara Pons-Mesman (Barcelona, 41 años),
escritora y divulgadora del juego libre. “Esos mismos espacios, con un suelo de
arena, con piedrecitas, con virutas de madera, serían mucho más ricos y permitirían
a los niños dar rienda suelta a su imaginación y hacer infinidad de cosas. No hay
punto de comparación”, prosigue. Su proyecto Tierra en las manos nació
en gran medida empujado por la visión de parques de su entorno que iban acolchándose
a la misma velocidad a la que perdían elementos naturales y vegetación. Ahora Pons-Mesman
acaba de publicar ¡Sal a
jugar! (Larousse, 2024), una guía de actividades para jugar al aire
libre, que es también una llamada de atención sobre la necesidad que tienen los
niños y niñas de hoy de jugar al aire libre y en contacto con la naturaleza.