ACODO
AÉREO
Este tipo de acodo se
practica cuando es muy difícil hacer llegar los tallos hasta el suelo. En estos
casos, se seleccionan ramas sobre las cuales se practica una incisión, preferentemente
cerca de un nudo, luego se hace una pelota con turba húmeda, la abriremos por
la mitad y se envuelve con ella la zona de la incisión, se cubre todo con un
plástico negro y se sujeta con una cinta. A finales de la época de crecimiento
las raíces estarán formadas, en este momento podaremos la parte superior del
acodo y cortaremos por debajo de las raíces formadas, separando la nueva planta
de la planta madre.
La mejor época es la
primavera para la gran mayoría de plantas. En otoño, se pueden hacer acodos de
tallos leñosos y casi siempre con incisiones para facilitar la formación de las
raíces que no aparecerán hasta la primavera. En verano, solo se pueden hacer
con las plantas que puedan enraizar antes del invierno.
Las incisiones se practican
para ayudar a enraizar y estas se hacen justo por debajo de los nudos.
Corte simple: se practica
con navaja y la abertura de este es el grueso de la propia navaja.
Corte en fisura: se practica
con navaja pero la fisura deja las dos superficies separadas sin contacto entre
ellas.
Corte con fisura triangular:
las superficies separadas por el corte tampoco están en contacto, y la fisura tiene forma de triángulo.
Fisura con talón: se efectúa
un corte perpendicular al tallo, y otro en sentido longitudinal, este favorece
en gran manera la formación de raíces.
A menudo se practican
también otras perturbaciones mecánicas que favorecen el desarrollo de las
raíces:
Torsión y compresión: A
veces se practica una torsión por debajo del nudo; otras se comprimen con una
ligadura por encima del nudo.
Eliminación de la corteza:
Consiste en pelar la corteza en la proximidad de un nudo, obteniendo un anillo
de 1 cm. de ancho, aproximadamente.
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