lunes, 23 de marzo de 2009

Olea europae (Familia oleáceas) dentro de esta familia es la única especie con fruto comestible, puede llegar a medir unos 15 m de altura. Sus hojas son opuestas, lanceoladas, de hasta unos 8 cm de longitud por un par de anchura y de corto peciolo. Son blanquecinas por el envés, como consecuencia de la densa pubescencia que las cubre y que tiene como objetivo protegerla del frió en invierno y del calor en verano.
Sus frutos son las aceitunas, de tamaños diferentes según la variedad, aunque suelen oscilar entre 1,5 y 3 cm. El olivo cultivado procede del acebuche u olivo silvestre, que se diferencia de la especie cultivada por su aspecto más arbustivo, y por la presencia de espinas en sus ramas, también por sus hojas y frutos más pequeños. Se trata de un árbol originario de Oriente Medio conocido desde más de 6000 años con tronco torcido, copa ancha y ramosa.
Algunos historiadores creen que el olivo procede de Paresia, otros del valle del Nilo y otros dicen que es originario del valle del Jordán. Pero la mayoría creen que procede de la antigua Mesopotamia, desde donde se expandió al resto de países. Lo que sí se puede afirmar es que es milenario.
Los primeros documentos escrito sobre el aceite lo constituyen las tablillas minoicas, que constituyen el mayor testimonio arqueológico de la importancia del aceite de oliva en la corte del rey Minos para la economía cretense 2500 años a de J.C.
En la Península Ibérica, se ha constatado la existencia del olivo desde los tiempos prehistóricos, ya que se han encontrado huesos de aceituna en los yacimientos neolíticos de El Garcel (Almeria). Durante la dominación romana, Hispania tenía un considerable número de olivos dando fruto. Desde el siglo II, Roma se vio obligada a importar aceite de España. Después de la tercera guerra púnica el olivar ocupa una importante extensión en la Bética y se expandía hacia el centro y el litoral mediterráneo de la Península ibérica.
Son árboles de crecimiento lento, pero tienen una gran cualidad: cavando cuidadosamente sin dañar las raíces, haciendo un cepellón adecuado a su tronco, atándolo con tela metálica fina de arpillera o plástico para protegerlo, y hacer un traslado con garantías, sea cual sea su edad, hasta que se vuelva a plantar.
Usos terapéuticos: Hipotensor, diurético laxante suave, astringente, antiinflamatorio, antitóxico; uso externo para quemaduras de la piel, úlceras.. . Se utiliza en preparados farmacológicos, en dietética, en cocina a si como en la dieta mediterránea.
Han sido recuperadas del Bosquet de los Encants (junto Plaza las Glorias Barcelona) y trasladadas a la entrada del Laberinto de Horta, junto al aparcamiento, su longevidad que es de más de 400 años, no quita de que sigan viviendo varios cientos de años más, puede llegar a vivir de 1.800 a 2000 incluso bastantes más años. Requiere mucho sol y rehuye la humedad. El suelo debe ser profundo pero seco.
El Jardinero, el Encargado, el Conservador, empiezan la obra repicando los ejemplares, los trasladan y luego preparan el terreno, plantan los olivos, dentro de poco tiempo veremos brotar nuevamente las oliveras y los jardineros empezaran a ver el fruto del trabajo laborioso, bonito, y productivo, creo que merece la pena todo el esfuerzo, por el valor que tienen dichos ejemplares, por su recuperación, por la cultura de conservar y no cortar, en definitiva por el esfuerzo y la labor que han hecho todas las personas que han intervenido en ello.

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