El parque municipal de Can Bóxeres cuenta con diversos
elementos arquitectónicos de gran interés.
El más remarcable es la antigua Casa Alta, masía del siglo XVIII propiedad de la familia Alemany. En 1.877 fue adquirida por Lluís Bóxeres, el
cual decidió reconvertirla en Palacete en 1.906. La reforma fue dirigida por el arquitecto
Manuel Joaquín Raspall, notable representante del modernismo tardío y que en
esta obra mezcla elementos del clasicismo noucentistas con detalles del
modernismo.
El edificio, de aire neoclásico, consta de tres plantas y
se estructura alrededor de un patio central.
La planta noble acompaña a la
fachada principal un balcón semicircular que descansa sobre dos pares de
columnas de orden jonic y dos pilares dóricos, constituyendo una forma de porche rematada por una balaustrada.
Junto a la entrada hay una torre de molino, de planta cuadrada, hecha de ladrillo visto de estilo neo mudéjar. En el jardín destaca un templete circular cubierto en la cúpula de cerámica vidriada.
Palacete Torre del molino y Palacete
El Parque de Can-Buxeres se inauguró en septiembre de 1970-1972 está situado en el barrio de Santfeliu, entre las cocheras del metro y el torrente de Can-Nyac y la carretera de Espulgas.